Damaris Calderón: “Ésta será la única mentira…”
Posted: June 30, 2016 Filed under: Damaris Calderón, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Damaris Calderón: “Ésta será la única mentira…”Damaris Calderón (nace 1967)
Con el terror del equilibrista
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…las aguas del abismo donde me enamoraba de mí mismo (Quevado)
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Sobre el espanto del pozo
siempre pensé tocar el agua.
Nunca lavar las manos,
no mancharlas.
Sólo el pozo y mi sed.
Nunca las viejas bocas
ni los baldes usados en balde.
No el agua que titila
su confortable techo
y toda la pasión de sus ahogados.
Nunca
el ojo contemplativo.
Todo esto lo digo
con el terror del equilibrista.
. . .
Ésta será la única mentira en la que siempre creeremos
.
a fuerza de admitirla tantas veces.
Hoy
alguien intentará leer el ojo de un vecino
con el fin de saber si la tristeza
(esa muchacha indócil que va escupiendo amor)
es una amiga sádica de siempre
o un pez muerto nadando en la garganta.
Sería difícil disfrazar la felicidad.
(A ella siempre le quedaría corrido el maquillaje.)
Pero de todos modos tendrás que perdonarme
que no te ladre amor junto al oído.
Podrían despertarse muchos muertos
que están bajo nosotros.
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Es una historia triste
jugar a ser perfectos.
. . . . .
Odette Alonso: La ciudad dentro del poema
Posted: June 30, 2016 Filed under: Odette Alonso, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Odette Alonso: La ciudad dentro del poemaOdette Alonso (nace 1964)
Extraños en la ciudad
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Ellos nos vieron con sus ojos de vidrio
algo nos delataba
nos declaraba inmunes
éramos dos extraños en la ciudad neutral
– y los sabían.
Qué podían hacer
las ciudades neutrales son un banco de arena indiferente,
una llanura virgen.
Nadie levanta su dedo ante el viajero
nadie acusa al que pasa sin dejar una huella.
Ellos nos vieron
así nos desnudamos en todas las paredes
nos sacamos el alma como una tela blanca
– y sonreímos.
Qué suerte los extraños en la ciudad neutral
Qué suerte el horizonte de breve promontorio.
Así debiera ser la libertad
un desandar las calles y luego el cuerpo amado
sin el ojo pendiente ni la señal de alarma.
La paciencia nos trajo
La paciencia que acaba al medio del domingo.
La paciencia son dos que esperan para amarse
otra ciudad neutral donde nadie los sepa
donde ningún vecino y ninguna ventana
donde todos nos miren con sus ojos de vidrio.
. . .
Llanto por la ciudad cuando me alejo
.
Qué sola te quedaste,
mi madre, con tus huesos (Eliseo Diego)
.
Qué culpa tiene madre
con tanto orgullo y tanto título en la frente
de que sus hijos huyan para hacerse crecer.
Qué culpa tiene la pobre de los muros
del que se eleva sobre su cadáver
y le vacía el alma.
Oh ciudad
cuánto amor se me cae
qué triste te me vuelves entre tanta montaña.
Qué sola estás.
A qué manos entregaste tu vejez
con qué artificios te cubren el semblante.
Cómo es posible ciudad
cómo es posible
este patriótico olvido en que te dejan.
. . . . .
Habaneras Ellas: poemas de Juana Rosa Pita, Minerva Salado, y Elena Tamargo
Posted: June 30, 2016 Filed under: Elena Tamargo, Juana Rosa Pita, Minerva Salado, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Habaneras Ellas: poemas de Juana Rosa Pita, Minerva Salado, y Elena TamargoJuana Rosa Pita (nace 1939)
Ciudad de mis ojos
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Las campanadas tienen duende
y las fuentes son nómadas.
Los árboles extienden su cultura
con la amistad del hombre
y se hacen confidentes, marineros.
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Hablo de la ciudad muy bien mirada
por ti: inventada hasta el colmo.
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Aquí se da cobijo a los que se aman
y se desacralizan los relojes.
No hay violencia ni incuria:
un caballo dará paso a un cangrejo
aunque no anide mar el horizonte.
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Hablo de la ciudad con mirador
hacia todas las otras.
. . .
Perspectivas
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No es ver la luz lo original:
el que la luz nos vea
resulta imprescindible para amarnos mejor.
La soledad es transitiva:
.
los cauces de la angustia
confluyen en la fuente donde
Dios bebe al anochecer de nuestras manos juntas.
No hay distancia:
.
si podemos hacer viajar a un árbol
¿por qué los pensamientos quedarían encallados,
remotos de su destino en otros pensamientos?
.
No es vivir lo esencial:
el dejarse vivir por lo que vibra
en nuestro breve tiempo
fortifica la plaza para siempre.
. . .
Pertenencia
.
Mi país es un árbol de lluvia,
isla de fuego en flor,
un pequeño Infinito,
cantor de arcanos y alegrías.
.
Mi país es tu abrazo, tu palabra,
tu fantasía, tu sueño, tu presencia;
señor de la tormenta,
mi país en ti despierto, duermo y vivo.
.
El puerto de mis manos y mis rosas,
mar abierto de todos mi deseos,
aire de mi silencio,
música callada de mi país,
hombre encino
el corazón meciéndose entre sol y luna,
mi país me espera…
. . .
Minerva Salado (nace 1944)
Poema a perpetuidad
.
La eternidad es este instante en que cubro tu mano con la mía.
La eternidad es una sábana extendida húmeda tras el amor
y aquel vocerío que nos ensordece
cual buitres sobrevolando una costa y la otra.
La eternidad es tan efímera como el cruce de una estrella desvelada
a través del espejo.
No tiene la infinita dimensión que le dimos
y es sólo un fugaz rayo en medio de las sombras,
una luz que aferramos por un tiempo
y se extinguió después entre los dedos.
La eternidad
no es más que un minuto, tal vez un breve instante,
la frase que pronunciamos sin aliento,
el destello de un beso,
ese espacio en que cabe la palabra siempre
y que me sientas tuya en el círculo concéntrico
que se nombra eternidad y que termina.
. . .
Oráculo
.
El amor es un templo al que hay que entrar
con miel de las abejas en tus manos
preparado para el acíbar de todos los días
y la música de la naturaleza estallando en las sienes.
El amor es un riesgo por correr
acecha en los buenos momentos
y en los peores
es una herida por rasgarse.
.
No hay eficiencia en el amor,
ni lluvia pertinaz,
ni buenas tardes cada día;
las matemáticas no existen
y esperan por él todas las viudas
las vírgenes del planeta.
.
El amor es una cuenta mal sumada
escapa como paloma
se pone el sol y en pleno eclipse
cae la oscuridad sobre el pasado.
El amor es toda inseguridad,
ninguna convicción,
jornadas que transcurren como años
a la espera del otro,
en la llamada de su propio
único corazón;
diferente,
intacto para ti,
tuyo en la lealtad,
en el susto por el tiempo que pasa.
.
Hay que empujar la puerta
sin mentiras,
sin miedos.
.
El amor es siempre un peligro.
El amor es un templo que hay que abrir.
. . .
Elena Tamargo (nace 1957)
Habana Tú
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Y hoy está crecido el mar
no es que la marea suba por un hecho natural
es que llora Yemayá. (Juan Formell)
.
De niña, entre las grietas de la tierra
buscaba en ti mi aurora
a semejanza mía, a semejanza tuya
cuerpo oscuro y esbelto de mi sueño.
Puras ante la espera las imágenes
emisarias de la tarde que caía
pegada a su horizonte.
Tenías en secreto tu espigón de metales
inclinada en tu borde, busco el ancla perdida,
te busco en el regreso, estás llena de pájaros,
vuelve a secar tus manos y cuéntamelo todo.
Era esto el abandono y lo sabías.
Óyeme estos lamentos que me salen ardiendo,
yo sólo te deseo,
la sombra de aquel tiempo en ti misma entrevista
con inútil ternura –
y tú me dabas fuerza
rendida y dócil como el mar sabe serlo.
Aquel concilio que tantos han cantado
sin una urgencia propia como ésta de este instante.
Tampoco fue tu culpa si no les comprendiste la amargura
faltándoles la leche y el abrigo –
te lo dieron todo, vida que no pedías.
. . .
Habanera Yo
.
Soy otra vez muchacha en el invierno
y nadie me regala una gardenia.
Pero al regreso de mis lunas
ahíjo taciturna del fondo de la calle
casi feliz, aletargada
bajo esta piedra roja.
Retozo como un campo de caña florecido
es la herencia adecuada de una mujer despierta
un sueño desprendido del cuerpo que lo ha usado.
Los lirios de Rosita
mis únicos testigos
esperan la lechuza
en el silencio mío del oeste.
Vuelvo en la medianoche de este invierno
acércate a escuchar mi tambor y mi oboe
acércate con riesgo de hechizarme.
Ciudad, ciudad
no mates mi manía de ser bella
de pasearme desnuda y cepillarme el pelo.
Ciudad con pajaritos y cisternas
el probable lugar donde acabó una historia.
Ay, mi ciudad
mi pasto
mi sitio recurrente
a la hora en que duermen las palomas.
Ciudad que has bendecido mis vigilias
arrástrame hacia el mar
sin farolas ni víctimas
con algas en mi pelo
y en tu pelo sal.
. . .
Fragmentos de La Habana
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Pensar, robar, gozar
todo un único espasmo.
Arpegia y pica, Lázaro.
Salta de los tejados cuando nadie te vea
y muestra el interior de la sonata.
Aquella criatura desenfrenó la nada.
Es la maldad tan natural lo que te bambolea.
Veo tu insomnio a su manera
veo el disco girar y a los hombres
veo charcos, tranvías,
veo enormes pedazos de La Habana.
A los negros los veo
resonando a sus pies el toque de los siglos.
Negros espirituales.
Blanco el mantel del primer desayuno
blanco mi abuelo
blancos en el exilio, desconcertados,
borrachos de blancura,
blancos los hospitales,
negro mi cuerpo en el primer amor.
Llegan las mariposas a confirmar que ardí
y me dejan besando su jadeo
la inútil ceremonia
junto al candil oscuro.
. . . . .
Luis Rogelio Nogueras: “Canta” y “Pérdida del poema de amor llamado Niebla” / “Sing!” and “The loss of a love poem entitled Mist”
Posted: June 29, 2016 Filed under: English, Luis Rogelio Nogueras, Spanish, ZP Translator: Alexander Best | Tags: Cuban poets, Poetas cubanos Comments Off on Luis Rogelio Nogueras: “Canta” y “Pérdida del poema de amor llamado Niebla” / “Sing!” and “The loss of a love poem entitled Mist”Luis Rogelio Nogueras (1944-1985)
Canta
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Canta, amigo mío, la canción de mañana.
Mira el crepúsculo, escucha el viento
que barre la gran plaza asoleada donde
anoche nos reunimos para oír los más hermosos discursos.
Ven, canta una canción que se escuche en el confín del mundo;
una canción que sea al mismo tiempo
un canto de guerra y un canto de cuna,
un himno y un íntimo, delicado canto de amor.
Amigo mío, ven y canta el instante en que
la mañana más hermosa de la vida calienta las corazones;
canta al mar,
a la Revolución,
al rostro de esa muchacha que hunde los dedos en la tierra de tu alma
– y siembra una semilla.
Canta a la noche y canta a los martillos
que cuando amanece
comienzan a golpear el hierro al rojo vivo
para moldearlo a nuestra imagen y semejanza.
Canta al coraje,
al álgebra,
al amor,
al trabajo,
a la dialéctica.
Firma todas las libretas escolares
y endurece tus manos
hombro con hombro
con el fuego.
Escribe el verso de este tiempo, amigo mío,
para que seas un poco el humo que anuncia en lo distante
las grandes siderurgias,
los grandes complejos industriales,
los grandes incendios.
. . .
Luis Rogelio Nogueras (1944-1985)
Sing!
.
Sing, my friend, the song of tomorrow!
Look at the dawn, hear how the wind
sweeps across the grand sunny plaza where
last evening we gathered together to hear the most beautiful speeches.
Come and sing a song that may be heard to the outer limits of this earth;
a song that may be all at once
a song of war, a lullaby,
a hymn and an intimate, a delicate, love song!
My friend, come and sing this moment in which
life’s most beautiful tomorrow warms the heart;
sing to the sea,
and to The Revolution,
and to the face of that girl whose fingers delve into the earth of your soul,
there to plant a seed.
Sing to night, sing to the hammers
that start striking red-hot iron at dawn,
molding it to a resemblance of ourselves.
Sing to courage,
to algebra,
to love,
to work,
to dialectics: the battle of words!
Finish with / sign off from your scholastic notebooks
and, shoulder to shoulder / side by side,
harden your hands to the fire!
Write poetry about this time, my friend,
so that you might be but a curl of vapour announcing, far off,
the big iron foundries,
the great industrial complexes,
the grand conflagrations!
. . .
Pérdida del poema de amor llamado “Niebla”
(para Luis Marré)
.
Ayer he escrito un poema magnífico
lástima
lo he perdido no sé dónde
ahora no puedo recordarlo
pero era estupendo
decía más o menos
que estaba enamorado
claro lo decía de otra forma
ya les digo era excelente
pero ella amaba a otro
y entonces venía una parte
realmente bella donde hablaba de
los árboles el viento y luego
más adelante explicaba algo acerca de la muerte
naturalmente no decía muerte decía
oscura garra o algo así
y luego venían unos verso extraordinarios
y hacia el final
contaba cómo me había ido caminando
por una calle desierta
convencido de que la vida comienza de nuevo
en cualquier esquina
por supuesto no decía esa cursilería
era bueno el poema
lástima de pérdida
lástima de memoria.
. . .
The loss of a love poem entitled “Mist”
(for Luis Marré)
.
Yesterday I wrote a magnificent poem;
(pity, I’ve lost it – don’t know where.)
Now I can’t recall it;
but it was superb.
It was saying, more or less,
that I was in love;
it said it, of course, in another way;
I’m telling you now, it was excellent!
But she was in love with another man…
And then came the really beautiful part
all about the trees and the wind –
and further along it explained something about death
(it didn’t say death – naturally – it said the dark talon or something to that effect).
And later came some extraordinary verses,
and approaching the ending
it recounted how I’d walked along the empty street,
convinced that my life could begin anew – on whichever street corner.
It didn’t put it in such a cheesy, affected way (of course);
it was a good poem.
A pity, that loss.
Pitiful memory.
. . . . .
Nancy Morejón: Amor y la jaula feroz
Posted: June 29, 2016 Filed under: Nancy Morejón, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Nancy Morejón: Amor y la jaula ferozNancy Morejón (nace 1944)
A un muchacho
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Entre la espuma y la marea
se levanta su espalda
cuando la tarde ya
iba cayendo sola.
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Tuve sus ojos negros, como hierbas,
entre las conchas brunas del Pacífico.
.
Tuve sus labios finos
como una sal hervida en las arenas.
.
Tuve, en fin, su barbilla de incienso
bajo el sol.
.
Un muchacho del mundo sobre mí
y los cantares de la Biblia
modelaron sus piernas, sus tobillos
y las uvas del sexo
y los himnos pluviales que nacen de su boca
envolviéndonos sí como a dos nautas
enlazados al velamen incierto del amor.
.
Entre sus brazos, vivo.
Entre sus brazos duros quise morir
como un ave mojada.
. . .
ArdidA
.
Si vienes, iré cortando los caminos
que nos dejaron
la pesadumbre y la distancia.
Todos creerán que iré también
a colocarme en el rincón
de los sollozos y escribir un poema
a la esperanza del amor.
Nunca sabrán que eché a volar
hace ya tiempo
y que tú no me alcanzas.
. . .
Jaula feroz
.
Viniste.
Te empujaron las olas hacia mí.
Llegabas
como un pájaro amigo
recién salido de su jaula feroz.
La arena blanca es tuya
cuando deambulas
hacia el camino principal del amor.
. . . . .
Poemas hechos en el exilio: Luis Mario, Alberto Laucirica, Eyda T. Machín
Posted: June 25, 2016 Filed under: Alberto Laucirica, Eyda T. Machín, Luis Mario, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Poemas hechos en el exilio: Luis Mario, Alberto Laucirica, Eyda T. MachínLuis Mario (nace 1935)
Soy…
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Si mis aguas se enturbian, sólo ella
percibe transparencias en mis aguas.
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Soy su pez volador, su flor de espliego,
su perenne latido de esperanza;
.
un soldado de plomo, al que se aferran
sus bélicas tareas cotidianas.
.
Soy el cachorro de sus inquietudes,
la mascota que es dueña de su casa;
.
su techo en el fragor de la tormenta,
objetivo final de su atalaya.
.
Soy el árbol sin frutos de su carne,
su tronco, sus raíces y sus ramas;
.
su comunión en sábados de iglesia,
su domingo perpetuo en la semana.
.
Soy su equilibrio, su bastón, su reto,
su espuria imperfección idealizada;
.
su terca persistencia en la andadura,
el pedazo gemelo de su alma.
.
Y lo dije una vez, y lo repito:
esta mujer me ama.
. . .
Alberto Laucirica (nace 1936)
Ya nada me es extraño
.
La vida, en su vaivén inexorable,
ha marcado con piedras el camino
que has de seguir, de forma inevitable,
como mando, sublime, de tu sino.
.
El mundo, con su loco desatino,
no ha de llorar el mal de tu congoja,
podrá herirte la daga del destino
sin hallar una mano que te acoja.
.
Y en esa soledad, se nos antoja,
que somos como aquel triste payaso;
que mira como el árbol…su fracaso.
.
Presiento que ya estoy en el ocaso,
llevando en mis espaldas la experiencia
que el tiempo, lentamente, paso a paso,
con dolor ha grabado en mi conciencia.
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El rostro de la vida es apariencia;
no existe una verdad insoslayable.
Yo conozco del mundo su indolencia,
y he visto a un inocente…ser culpable.
.
Viví entre gente que con gesto amable,
te trata con el rostro del engaño,
cuando piensan que tú eres negociable
si logras ocupar un alto escaño.
.
En el mundo, ya nada me es extraño,
pues he visto al más puro ser insano,
y he sentido en el alma todo el daño
que inflige la ambición del ser humano.
.
¿Qué más puedo decir? Todo es en vano,
como es vana, en la guerra, la victoria,
todo el que muere llevará en la mano
el libro ensangrentado…de la historia.
. . .
Eyda T. Machín (nace 1945)
Las Manos
.
En el misterio de unas manos sabias
se hundieron mis manos peregrinas
descubriendo en su calor humano
el murmullo de brisas cantarinas.
.
Manos sinuosas que caminan lentas
por los parajes de las grutas mías,
manos preciosas que penetran quedas
en lo profundo de mi piel dormida.
.
Manos de artista que crean universos
de mil colores y de fantasía,
manos que tejen ilusiones nuevas
con la rueca sutil de una caricia.
.
Manos hacedoras de milagros,
manos capaces de dar vida,
manos que traen envuelto en sangre
el grito primario a la luz del día.
.
Manos largas como el sueño
y el dolor de la partida,
manos fuertes como el trueno
en la espesura dormida.
.
Manos que tejen cadenas
para engarzar sinfonías,
manos que vuelan distantes
tras la cima callada de una tristeza-niña.
.
Manos blancas, manos recias,
manos quietas y dormidas,
manos dulces como el néctar
y amargas como la ira.
.
Manos sensuales que estrujan mi cuerpo,
haciéndolo vibrar como una lira.
Manos de dedos largos y ondulantes
que extraen las gotas de mi piel vacía.
. . .
Foto: © Jakota.de
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Herminia D. Ibaceta: “Recuento” y “Todo el mundo calla”
Posted: June 24, 2016 Filed under: Herminia D. Ibaceta, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Herminia D. Ibaceta: “Recuento” y “Todo el mundo calla”Herminia D. Ibaceta (nace 1933)
Recuento
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A solas está el hombre,
perdida la mirada en el sendero,
hablándole a su yo, frente a la vida,
en ventanas del tiempo.
Alejó la riente primavera
su carroza de múltiples destellos,
llevándose la luz de los trigales,
los aromas, los trinos y los sueños.
Las copas de los árboles vistieron
en ropaje otoñal tintes inciertos,
las ansias imprecisas se encontraron
del triste pensador en el recuento.
Revoló la hojarasca sorprendida,
rostros marchitos al compás del viento…
efímeros colores y vivencias
por las desiertas rutas del regreso.
Los árboles desnudos se quedaron
al implacable tránsito del cierzo
mirando como el hombre en la ventana
descender albos lirios del invierno,
cubrir la tierra que encendió verano
en ardoroso y germinante fuego;
blanquear las sienes que en pasadas horas
pobló la juventud de los cabellos.
La esperanza marchó…
para él no existirá otra primavera
sólo aquellas que emprendan confundidos
eterna comunión, su yo y la tierra.
. . .
Todo el mundo calla
.
Todo el mundo escucha, todo el mundo sabe,
todo el mundo acepta, todo el mundo calla,
y yo me consumo, ceniza en la brasa,
cada vez más isla, cada vez más triste, cada vez más alba.
El tiempo me cruza sordo,
y se me escapa en dedos salobres y sangre en resaca.
El astro se aculta,
rebeldes los sueños se apartan
dejándome seca la flor en la entraña.
Todo el mundo sabe, todo el mundo calla…
El odio retoña,
los yugos entallan silencios al labio, distancias al alma.
Mi suelo agoniza,
en rudos embates se quiebran mis alas
y siento crecerme la desesperanza
cada vez más honda, cada vez más cruda, cada vez más larga.
Todo el mundo sabe, todo el mundo calla…
Giran en redondo las tierras hermanas,
para defenderme, ni una voz se alza,
se han quedado mudas todas las gargantas.
Trienta y tres inviernos…
y no queda espacio para la ignorancia.
Todo el mundo escucha, todo el mundo sabe,
todo el mundo acepta, todo el mundo calla.
Y yo sigo ardiendo, ceniza en la fragua,
cada vez más sola, cada vez más lejos,
cada vez más Patria.
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Marta Padilla: tres poemas por un poeta del exilio
Posted: June 24, 2016 Filed under: Marta Padilla, Spanish | Tags: Poetas cubanos Comments Off on Marta Padilla: tres poemas por un poeta del exilioLlamadlo a secas, Hombre
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Acorralado ha sido,
Mutilado en sus vísperas
En su niñez de ayer transfigurado
– Llamadlo a secas, hombre.
Su infancia era mi infancia
Sus tataguas y gatas en el techo,
De la angustía
Eran también las nuestras
– Llamadlo a secas, hombre.
¿Quién nos tomó de pronto la palabra
Conque andaba la sangre entre nativos?
¿Quién la saqueó de frutas y veleros
Y objetos desiguales de la vida?
¿Quién la violó
A la vista del cielo,
Frente al testigo oscuro y sorprendido?
Ay, ¿quién,
Quién lo llama a secas, hombre?
. . .
Gatillo
.
Casi a la hora de abrigar la casa
hay vocablos noctámbulos
seduciendo una vida que responde
a las tácticas nómadas del fuego.
.
(pasa el vivir, nombrándola)
.
cubana, antigua, marginal, poeta,
criatura sin otra criatura.
¿y qué?
. . .
El hijo que falta
(para Alex)
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Viene a verme. Nos vemos.
Recorre la distancia inexistente
y espera en el umbral,
quieto, inquietante.
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Forma creada, llega,
en su intocable realidad,
imaginada margen que lo aprende.
.
Me llama y me responde.
.
Da un paso más y paso a su espesura.
Ya damos con la esencia impenetrable,
restauramos el eco transitado
para poner en órbita la ausencia.
.
La cercanía es hoy un cielo abierto
poco nos queda por hacer del tiempo.
.
La esperanza y la nada nos subrayan.
. . . . .