Poemas hechos en el exilio: Luis Mario, Alberto Laucirica, Eyda T. Machín

foto escala de grises_de una mano_© jakota de_ galleryhip dot com

Luis Mario (nace 1935)

Soy…

.

Si mis aguas se enturbian, sólo ella

percibe transparencias en mis aguas.

.

Soy su pez volador, su flor de espliego,

su perenne latido de esperanza;

.

un soldado de plomo, al que se aferran

sus bélicas tareas cotidianas.

.

Soy el cachorro de sus inquietudes,

la mascota que es dueña de su casa;

.

su techo en el fragor de la tormenta,

objetivo final de su atalaya.

.

Soy el árbol sin frutos de su carne,

su tronco, sus raíces y sus ramas;

.

su comunión en sábados de iglesia,

su domingo perpetuo en la semana.

.

Soy su equilibrio, su bastón, su reto,

su espuria imperfección idealizada;

.

su terca persistencia en la andadura,

el pedazo gemelo de su alma.

.

Y lo dije una vez, y lo repito:

esta mujer me ama.

. . .

Alberto Laucirica (nace 1936)

Ya nada me es extraño

.

La vida, en su vaivén inexorable,

ha marcado con piedras el camino

que has de seguir, de forma inevitable,

como mando, sublime, de tu sino.

.

El mundo, con su loco desatino,

no ha de llorar el mal de tu congoja,

podrá herirte la daga del destino

sin hallar una mano que te acoja.

.

Y en esa soledad, se nos antoja,

que somos como aquel triste payaso;

que mira como el árbol…su fracaso.

.

Presiento que ya estoy en el ocaso,

llevando en mis espaldas la experiencia

que el tiempo, lentamente, paso a paso,

con dolor ha grabado en mi conciencia.

.

El rostro de la vida es apariencia;

no existe una verdad insoslayable.

Yo conozco del mundo su indolencia,

y he visto a un inocente…ser culpable.

.

Viví entre gente que con gesto amable,

te trata con el rostro del engaño,

cuando piensan que tú eres negociable

si logras ocupar un alto escaño.

.

En el mundo, ya nada me es extraño,

pues he visto al más puro ser insano,

y he sentido en el alma todo el daño

que inflige la ambición del ser humano.

.

¿Qué más puedo decir? Todo es en vano,

como es vana, en la guerra, la victoria,

todo el que muere llevará en la mano

el libro ensangrentado…de la historia.

. . .

Eyda T. Machín (nace 1945)

Las Manos

.

En el misterio de unas manos sabias

se hundieron mis manos peregrinas

descubriendo en su calor humano

el murmullo de brisas cantarinas.

.

Manos sinuosas que caminan lentas

por los parajes de las grutas mías,

manos preciosas que penetran quedas

en lo profundo de mi piel dormida.

.

Manos de artista que crean universos

de mil colores y de fantasía,

manos que tejen ilusiones nuevas

con la rueca sutil de una caricia.

.

Manos hacedoras de milagros,

manos capaces de dar vida,

manos que traen envuelto en sangre

el grito primario a la luz del día.

.

Manos largas como el sueño

y el dolor de la partida,

manos fuertes como el trueno

en la espesura dormida.

.

Manos que tejen cadenas

para engarzar sinfonías,

manos que vuelan distantes

tras la cima callada de una tristeza-niña.

.

Manos blancas, manos recias,

manos quietas y dormidas,

manos dulces como el néctar

y amargas como la ira.

.

Manos sensuales que estrujan mi cuerpo,

haciéndolo vibrar como una lira.

Manos de dedos largos y ondulantes

que extraen las gotas de mi piel vacía.

. . .

Foto: © Jakota.de

. . . . .