Poemas sobre la casa / la calle / la ciudad

Southbank Theatre_Melbourne Australia

Ana Ajmátova (1889-1966, Rusia)
Sótano del recuerdo
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Es pura tontería que vivo entristecida
y que estoy por el recuerdo torturada.
No soy yo asidua invitada en su guarida
y allí me siento trastornada.
Cuando con el farol al sótano desciendo,
me parece que de nuevo un sordo hundimiento
retumba en la estrecha escalera empinada.
Humea el farol. Regresar no consigo
y sé que voy allí donde está el enemigo.
Y pediré benevolencia… pero allí ahora
todo está oscuro y callado. ¡Mi fiesta se acabó!
Hace treinta año se acompañaba a la señora,
hace treinta que el pícaro de viejo murió…
He llegado tarde. ¡Qué mala fortuna!
Ya no puedo lucirme en parte alguna,
pero rozo de las paredes las pinturas
y me caliento en la chimenea. ¡Qué maravilla!
a través del moho, la ceniza y la negrura
dos esmeraldas grises brillan
y el gato maulla. ¡Vamos a casa, criatura!

¿Pero dónde está mi casa y dónde mi cordura?

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Héctor Pedro Blomberg (1889-1955, Argentina)
Las casas donde hemos vivido
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¡Casas, donde vivimos
los días que se fueron para siempre!
Hoy hay rostros extraños,
se oyen vibrar desconocidas voces
y se escuchan los pasos de otras gentes
en las habitaciones donde un día,
enloquecidos de dolor, cerramos
las pupilas sin luz de nuestros muertos…
Ajenos corazones
laten bajo los techos familiares,
viven, lloran, esperan, sufren y aman,
lo mismo que nosotros
bajo la estrella roja de la vida.
Otras sombras divagan
por los patios de antaño;
otras lágrimas corren
detrás de los cristales,
cuando nieva la luna en la ventana;
el rumor de otros besos
ahuyentan nuestras sombras
en esas casas donde ayer vivimos.
Allí, en los aposentos olvidados,
donde bendijo Dios nuestros amores,
donde mecimos, trémulos, las cunas
y creímos morir junto a los féretros;
allí se ha quedado algo de nosotros,
de los días que huyeron para siempre;
amor, dolor, ensueño y esperanza,
recuerdo y juventud…
Nuestros ojos se nublan
cuando pasamos por las viejas casas
y las poblamos con las cosas muertas
que sólo viven en nosotros mismos. . .
Esos extraños rostros,
voces desconocidas,
esas vidas ajenas y lejanas…
¡Cómo nos hacen daño!
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Miguel Hernandez Gilabert (1910-1942, España)
Poema No. 50
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Mi casa contigo era
la habitación de la bóveda.
Dentro de mi casa entraba
por ti la luz victoriosa.
Mi casa va siendo un hoyo.
Yo no quisiera que toda
aquella luz se alejara
vencida, desde la alcoba.
Pero cuando llueve, siento
que las paredes se ahondan
y reverdecen los muebles,
rememorando las hojas.
Mi casa es una ciudad
con la puerta a la aurora,
otra más grande a la tarde,
y a la noche, inmensa, otra.
Mi casa es un ataúd,
bajo la lluvia redobla
y ahuyenta las golondrinas
que no la quisieron torva.
En mi casa falta un cuerpo.
Dos en nuestra casa sobran.

Melbourne architecture_apartment building at the corner of Swanston and BouverieMelbourne architecture_office building corner of Bouverie and Queensberry_BMelbourne architecture_unusual building face 2Moffat Street 1
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César Vallejo (1892-1938, Perú)
No vive ya nadie…
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– No vive ya nadie en la casa – me dices; todos se han ido. La sala el dormitorio, el patio,
yacen despoblados. Nadie ya queda, pues que todos han partido.
Y yo te digo. Cuando alguien se va, alguien queda. El punto por donde pasó un hombre, ya no esta solo.
Unicamente está solo, de soledad humana, el lugar por donde ningún hombre ha pasado. Las casas nuevas
están mas muertas que las viejas, por que sus muros son de piedra o de acero, pero no de hombres. Una
casa viene al mundo, no cuando la acaban de edificar, sino cuando la empiezan a habitarla. Una casa vive
únicamente de hombres, como una tumba. Sólo que la casa se nutre de la vida del hombre, mientras que la
tumba se nutre de la muerte del hombre. Por eso la primera está de piie, mientras que la segunda está tendida.
Todos han partido de la casa, en realidad, pero todos se han quedado en verdad. Y no es el recuerdo de ellos lo que
queda, sino ellos mismos. Y no es tampoco que ellos queden en la casa, sino que continúan por la casa. Las funciones y
los actos se van de la casa en tren o en avión o a caballo, a pie o arrastrándose. Lo que continua en la casa es el
órgano, la gente en gerundio y en círculo. Los pasos se han ido, los besos, los perdones, los crímenes. Lo que continúa
en la casa es el pie, los labios, los ojos, el corazón. Las negaciones y las afirmaciones, el bien y el mal, se han
dispersado. Lo que continúa en la casa, es el sujeto del acto.

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Czeslaw Milosz (1911-2004, Lituania/Polonia)
Pórtico
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Bajo el pórtico de piedra esculpida
al sol entre claridad y sombra,
casi sereno. Pensando con alivio: esto permanecerá aquí
mientras, tan frágil, desaparezca el cuerpo
y de pronto no haya nadie.
palpando la porosidad del muro. Asombrado,
porque mi propio declina acepto tranquilo
aunque no debiera. ¿Qué hay entre tú y yo, tierra?
¿Qué tengo en común con tus paredes, donde las bestias taciturnas
pastaban antes del diluvio, sin levantar las cabezas?
¿Qué tengo en común con tu irrevocable renacer?
¿De dónde, pues, esta benévola melancolía?
¿Acaso porque es inútil la ira?

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Octavio Paz (1914-1998, México)
La Calle
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Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie.

Bar on Chapel Street in Melbourne

Constantino Cavafis (1863-1933, poeta griego-egipcio)
La Ciudad (1911)
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Dijiste:
” Iré a otro país, veré otras playas;
buscaré una ciudad mejor que ésta.
Todos mis esfuerzos son fracasos
y mi corazón como muerto, está enterrado.
¿ por cuánto tiempo más estaré contemplando estos despojos?
A donde vuelvo la mirada,
veo sólo las negras ruinas de mi vida,
aquí donde tantos años pasé, destruí y perdí.”
No encontrarás otro país ni otras playas,
llevaras por doquier y a cuestas tu ciudad;
caminarás las mismas calles,
envejecerás en los mismos suburbios,
encanecerás en las mismas casas.
Siempre llegarás a esta ciudad;
no esperes otra,
no hay barco ni camino para ti.
Al arruinar tu vida en esta parte de la tierra,
la has destrozado en todo el universo.
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Poemas para Domingo de Pascua: Emily Dickinson: No es La Conclusión este Mundo / This World is not Conclusion + Octavio Paz: Hermandad / Brotherhood

God Love

Emily Dickinson (1830-1886)
This World is not Conclusion
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This World is not Conclusion.
A Species stands beyond—
Invisible, as Music—
But positive, as Sound—
It beckons, and it baffles—
Philosophy—don’t know—
And through a Riddle, at the last—
Sagacity, must go—
To guess it, puzzles scholars—
To gain it, Men have borne
Contempt of Generations
And Crucifixion, shown—
Faith slips—and laughs, and rallies—
Blushes, if any see—
Plucks at a twig of Evidence—
And asks a Vane, the way—
Much Gesture, from the Pulpit—
Strong Hallelujahs roll—
Narcotics cannot still the Tooth
That nibbles at the soul—
.     .     .

No es La Conclusión este Mundo (Traducción del inglés: Alexander Best)

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No es La Conclusión este Mundo;
Un Especie se ubica más allá de aquí;
Como la Música, invisible,
Pero positivo como Sonido.
Atrae y confunde,
La Ética no lo entiende;
Y por Enigma, y al fin,
Debe cruzar la Sagacidad.
.
Advinarlo deja perplejo los sabios,
Ganarlo hay Hombres que han soportado
El Desprecio de Generaciones
– Y Crucifixión.
Fe resbala – y ríe y se reanima –
Y se sonroja (si alguien le mire);
Arranca una ramita de Inicio,
Y pregunta de una Veleta el camino.
Mucho Gesto del Púlpito,
Surgen Aleluyas fuertes;
Narcóticos no pueden calmar el Diente
Que mordisquea el Alma.

Dios Amor

Octavio Paz (1914-1998)
Hermandad: Homenaje a Claudio Ptolomeo
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Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea.

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Brotherhood: an homage to Claudius Ptolemy
(translated from Spanish by Eliot Weinberger)
.
I am a man: little do I last
and the night is enormous.
But I look up:
the stars write.
Unknowing I understand:
I too am written,
and at this very moment
someone spells me out.

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