Al Young: tres poemas: “Como comienzan las estrellas”, “Entonces, Luna, ¿hay la vida sobre ti?” y “Sueños del Paraíso”

El trilio blanco_Trillium grandiflorum_la primera flor del bosque en abril o mayo_Toronto Ontario Canadá_mayo de 2016

Al Young

(nace 1939, Ocean Springs, Mississippi, EE.UU.)

Como comienzan las estrellas

.

No pido perdón

y no quiero estar dejado

– no completamente – no todavía –

a menos mientras el sufrimiento atraviesa

el único mundo que conozco: éste.

No hay una canción por Mel Waldron

o un épico de Marlene Dietrich en negro y blanco

donde garabatear contra los paradigmas del Tiempo

significa algo benigno,

como descartando las acciones y el comportamiento del presente

porque entiendo y comprendo

– al hondo, dentro de mi (y tambien por encima de mí) –

que la vida sí misma representa todo esto.

.

Esto: un drama kamikaze

– aun cósmico –

y cómico – por seguro –

en un estilo tan común que

invita el desconcierto.

. . .

Entonces, Luna, ¿hay la vida sobre ti?

.

¿Hay la vida sobre ti? Dime, Luna.

Algunos místicos anuncian Sí;

la mayoría de científicos dice No.

Y tú, Luna de las lunas, cuál indicas?

¿Hay la vida sobre ti?

.

¿Qué te parace dentro de esas rocas tuyas?

¿Tienes por seguro que

no hay una forma microscópica de vida embrionaria,

diminuta pero sembrada,

que está empotrada en

la caspa que albergas

al lado de tus mares tranquilas y muertas?

.

Es algo divertido

– platicando de todo esto –

pero teórico, tienes que aceptar.

Por el momento, hay Vida bastante para mí

cuando te miro pues entiendo que

eres, en cierta medida,

yo.

. . .

Sueños del Paraíso

.

He soñado unos sueños del Paraíso

donde todo lo que haces es

abrir el corazón para dejar rezumarse el infinito;

es algo experimentar, eso sí.

.

Una noche en Detroit

– durante el muerto de mi padrastro –

yo estaba agotado, también optimista sobre todo,

y yo estaba de vigilia, apenándome / preguntándome.

A las cuatro de la mañana

la habitación entera – y yo también –

empezamos a expandir.

.

Yo sentía mareado con una afirmación callada.

Es decir: Creo que fue un sentimiento lo que

cada uno de nosotros tiene derecho.

Y no occure afuera en el gran mundo de oro y enfrentamiento

sino dentro de una soledad perfecta – guardado para si.

Es un sosiego – una sorpresa –

y algo que es imposible matar.

. . .

Al Young

(born 1939, Ocean Springs, Mississippi, USA)

How Stars Start

.

I don’t ask to be forgiven

nor do I wish to be given up,

not entirely, not yet, not while

pain is shooting clean through

the only world I know: this one.

There is no Mal Waldron song or

Marlene Dietrich epic in black

& white where to scrawl against

the paradigms of time is to mean

something benign, like dismissing

present actions or behaviour because

I know & understand deep down

inside & beyond that life itself

is acting all of this out; this

kamikaze drama, cosmic if you

will, but certainly comic, in a style

so common as to invite confusion.

. . .

So Is There Life on You, Moon?

.

So is there life on you, Moon?
Some mystics say yes & most
scientists say no. What do
you say, moon of moons?
Is there life on you?

.

How about inside those rocks
of yours? Are you sure
there isn’t some microscopic
form of mini-seeded life-
in-embryo embedded or pillowed
in the dandruff you harbour
by all your dead & tranquil seas?

.

It’s fun to talk about all this,
but academic, you must admit.
I look at you & know you’re partly me.
For now, that’s life enough.

. . .

Dreams of Paradise

.

I’ve had dreams of Paradise where all you do is open your heart
& let the endlessness ooze out. It is quite something to go thru.
One night in Detroit—the death of my stepfather—weary &
hopeful of everything, I lay in bed grieving & wondering,
whereupon, 4 in the morn, the whole room began to expand &
I with it, giddy with silent affirmation—that is to say: It was
the feeling I feel each of us is rightfully entitled to & it doesn’t
happen out in the world of gold & crashing but is a perfect
withinness, a peacefulness & surprise that is unkillable.

. . . . .