Seamus Heaney: ”El Subterráneo”: versión de Óscar Paúl Castro
Posted: March 17, 2014 Filed under: English, Seamus Heaney, Spanish Comments Off on Seamus Heaney: ”El Subterráneo”: versión de Óscar Paúl Castro
1980s photograph from Bob Mazzer’s decades-long “camera journal” about London’s subway system a.k.a. The Underground_Bob Mazzer, fotógrafo_foto del Metro o Subterráneo de Londres, años 1980
Seamus Heaney (Poeta irlandés, 1939-2013)
”El Subterráneo” (versión de Óscar Paúl Castro)
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Corríamos envueltos por la bóveda del túnel,
Tú ibas adelante, llevabas puesto tu abrigo bueno,
Y yo, como un ágil dios, ya casi lograba darte alcance
Cuando repentinamente viraste al advertir una brizna de hierba
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O alguna una blanca flor reciénnacida, jaspeada de rojo,
Tu abrigo se plegó con violencia y uno tras otro
Se desprendieron los botones, marcando el camino
Que va del Subterráneo al Albert Hall.
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Era nuestra luna de miel, pasamos el día vagando y se nos hizo
Tarde para el concierto de los Proms, el eco de nuestros pasos aún
Muere en ese corredor; por eso ahora vuelvo, como Hansel bajo la luz
De la luna desandando el camino de piedras, recogiendo botón tras botón
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Hasta llegar a esta fría estación iluminada con luz artificial
De la que ya han partido todos los trenes, las desnudas vías ―como mi ser―
Están tensas y empapadas, toda mi atención concentrada en el eco
De tus pasos tras de mí, la maldición caerá sobre nosotros si miro atrás.
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Óscar Paúl Castro, traductor (Culiacán, México,1979): Sr. Castro ha publicado traducciones en las revistas TextoS, Punto de Partida, Periódico de Poesía de la UNAM, en Refundación, Espiral y Timonel.
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Bob Mazzer, photographer_from his London subway series, 1980s_Bob Mazzer, fotógrafo_foto del Metro o Subterráneo de Londres, años 1980
”The Underground” (1984)
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There we were in the vaulted tunnel running,
You in your going-away coat speeding ahead
And me, me then like a fleet god gaining
Upon you before you turned to a reed
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Or some new white flower japped with crimson
As the coat flapped wild and button after button
Sprang off and fell in a trail
Between the Underground and the Albert Hall.
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Honeymooning, moonlighting, late for the Proms,
Our echoes die in that corridor and now
I come as Hansel came on the moonlit stones
Retracing the path back, lifting the buttons
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To end up in a draughty lamplit station
After the trains have gone, the wet track
Bared and tensed as I am, all attention
For your step following and damned if I look back.
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Seamus Heaney: “Ruedas dentro de ruedas”: versión de Miguel A. Montezanti
Posted: March 17, 2014 Filed under: English, Seamus Heaney, Spanish Comments Off on Seamus Heaney: “Ruedas dentro de ruedas”: versión de Miguel A. MontezantiUn extracto del comentario por el traductor Miguel A. Montezanti:
”La traducción debería presentarse por sí sola, criatura libre…Pero diré que Seamus Heaney es un poeta difícil de traducir: apenas puede aspirarse a reproducir lo que dice, lo cual en poesía, como se sabe, puede no ser lo más importante. [Importan mucho] su autorreferencialidad lingüística, asentada sobre la dialéctica sutil entre el gaélico y el inglés, su riqueza sonora, y su rescate de formas sucintas pero complejas…”
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Seamus Heaney
(nacido en “Mossbawn”, Castledawson, Condado de Londonderry, Irlanda del Norte, 1939-2013)
Ruedas dentro de ruedas
I.
La primera captación en serio que tuve de las cosas.
fue cuando aprendí el arte de pedalear
(con la mano) una bici, colocada al revés
e impulsé la rueda trasera preternaturalmente ligero.
Yo amaba la desaparición de los rayos
el modo como el hueco entre el eje y la llanta
susurraba transparente. Si le arrojabas
una papa, el aire enmarcado en el aro
revolvía papilla y te la salpicaba en la cara;
si lo tocabas con una paja, la pajita chasqueaba.
Algo acerca del modo de esos impulsos pedaleros
funcionaba al principio muy palpablemente en tu contra
y luego comenzaba a impeler tu mano hacia delante
hacia un envión nuevo…; todo eso entraba en mí
como un acceso de poder libre, como si la fe
capturara y revolviera los objetos de la fe
en una órbita lindera con la añoranza.
II
Pero lo bastante no era bastante. ¿Quién ha visto
alguna vez el límite de lo otorgado?
En unos campos más allá de casa había un pozo
(lo llamábamos “El pozo”. Era más que un agujero
con agua, con espinos pequeños
de un lado, y del otro, un fango cenagoso
todo pisoteado por ganado).
También amaba eso. Amaba el olor turbio,
la vida sumidera del lugar como aceite viejo de cadena.
Allí, acto seguido, llevé la bicicleta.
coloqué el asiento y el manubrio
en el fondo suave, hice que las cubiertas
tocaran la superficie del agua y luego di vuelta los pedales
hasta que, como una rueda de molino arrojando con el pedaleo,
(pero aquí a la inversa y azotando una cola de caballo)
la rueda trasera sumergida, refrescando el mundo
revolvía un rociado y espuma de suciedad ante mis ojos
y me bañaba con mis propios barros regenerados.
Durante semanas hice un nimbo de viejo destello.
Luego el eje se engranó, las llantas se oxidaron, la cadena se cortó.
III
Nada igualó esa ocasión después de aquello
hasta que en el circo, entre tambores y spots,
chicas vaqueras giraron, cada una inmaculada
en el centro inmóvil de un lazo.
Perpetuum mobile. Pura pirueta
Acróbatas, funambuleros. Volteretas. Stet!
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Wheels within wheels
I / The first real grip I ever got on things / Was when I learned the art of pedalling / (By hand) a bike turned upside down, and drove / Its back wheel preternaturally fast. / I loved the disappearance of the spokes, / The way the space between the hub and rim / Hummed with transparency. If you threw / A potato into it, the hooped air / Spun mush and drizzle back into your face; / If you touched it with a straw, the straw frittered. / Something about the way those pedal treads / Worked very palpably ay first against you / And then began to sweep your hand ahead / Into a new momentum – that all entered me / Like an access of free power, as if relief / Caught up and spun the objects of belief / In an orbit coterminous with longing.
II / But enough was not enough. Who ever saw / The limit in the given anyhow? / In fields beyond our house there was a well / (‘The well’ we called it. It was more a hole / With water in it, with small hawthorn trees / On one side, a muddy, dungy ooze / On the other, all tramped through by cattle). / I loved that too. I loved the turbid smell, / The sump-life of the place like old chain oil. / And there, next thing, I brought my bicycle. / I stood its saddle and its handlebars / Into the soft bottom, I touched the tyres / To the water’s surface, then turned the pedals / Until like a mill-wheel pouring at the treadles / (But here reversed and lashing a mare’s tail) / The world-refreshing and immersed back wheel / Spun lace and dirt-suds there before my eyes / And showered me in my own regenerate clays. / For weeks I made a nimbus of old glit. / Then the hub jammed, rims rusted, the chain snapped.
III / Nothing rose to the occasion after that / Until, in a circus ring, drumrolled and spotlit, / Cowgirls wheeled in, each one immaculate / At the still centre of a lariat. / Perpetuum mobile. Sheer pirouette. / Tumblers, jongleurs. Ring-a-rosies. Stet !
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