Amelia del Castillo: poemas: “Casi yo”, “De pie”, “Mi corazón”, “Invierno”

Amelia del Castillo (nace 1923)

Casi yo

.

Estoy casi de vuelta.

Sin bagaje. Náufrago de la noche.

Casi abierta.

A mi lado se acuesta – como un perro –

la sombra del desvelo de mí misma.

¡Cómo me llama el tiempo que no ha sido!

A él voy como al regreso,

como a la mar el río.

Y se rompen estrellas sobre la noche blanca

como se rompe en llanto una sonrisa.

.

Estoy casi de vuelta

aunque no me haya ido.

. . .

De pie

.

Si estoy de pie

es porque me levanto,

porque me empino

más allá de mi asombro y mi estatura,

porque no aliento cicatrices

ni fantasmas, ni pasado.

.

Si estoy de pie

es porque sigo andando,

porque me llama el viento

y me llaman la luz y los relámpagos.

.

Porque cantan los pájaros

(todavía)

y los niños sueñan

(todavía),

porque no preciso razones

ni respuestas.

.

Porque tomo mi cruz sin intercambios.

. . .

Mi corazón

.

tiene latido de lobezno,

el tuyo, sangre de paloma.

Si me habitas

tu sangre dulce me sosiega,

si me faltas

montes, selvas y riscos se me trenzan

y se trenzan el miedo y el rugido

y me crezco de pronto por la fiera.

.

Tu corazón,

tu amanecido corazón de ave

– Ícaro deslumbrado –

en qué azul,

¿en qué vuelo sin mí lastimará sus alas?

Y el mío,

mi corazón acerbo sin tu alivio,

¿en qué rincón de sombras, en qué huída

desgarrará mi entraña y tu paloma?

. . .

Invierno

.

Desarropado tu hálito vital

¿quién te acoge, quién acaricia

tu desnudez de piedra?

.

Levántate.

Hay que buscarle abrigo

a la intemperie,

un hueco al desamparo, un plato

al hambre.

Hay que buscarle sitio a la resaca,

a los huesos, los fósiles,

las algas.

.

Levántate.

Hay que inventar un puerto,

un pedazo de azul

para el naufragio.

 

. . . . .