Anson Gonzalez: poemas traducidos

Anson Gonzalez in 2010_photograph copyright Wesley Gibbings

Anson Gonzalez

(Catalizador y motivador de la literatura caribeña / Poeta)

Poemas en prosa:

del poemario Cruce de Sueño (Crossroads of Dream) (2003)

.

La misma dirección durante cuatro décadas – ¿estabilidad o inercia?

Un solo empleo desde la edad de dieciséis – ¿virtud o fracaso?

Nunca había residido or estudiado en el extranjero – ¿restringido o contento?

Su cacharro y él – juntos para veinticinco años.

La misma esposa, los mismos hijos para cuarenta años

¿un compromiso de larga duración o un terror de cambio?

¿Puede ir al próximo nivel, o siempre estará fijado a éste

pues lo encantará eternamente?

El mismo corazón – latiendo desde su nacimiento.

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La araña Anansi se escabullía sobre el cielo de la habitación – como un ninja.

Silenciosamente se centró para capturar una panzada. Mientras concentrándose

en su comida no se dio cuenta de la lanza que se preparaba para arponearle.

Él escuchó la oración halal; sintió las mantras kosher; las bendiciones baraka bashad.

Mientras tanto, el gigante estuvo listo para enviarle hasta su próxima encarnación.

No puedo viajar con la barriga hambrienta, pensó, y de repente dejó descender a sí mismo

una distancia escarpada, y aterrizó el piso cerámico. Corriendo en piernas tambaleantes,

él pasó zumbando hacia la oscuridad, desesperado por esquivar. Apresurándose, corriendo

a las zonas oscuras – demasiado rápido por la araña – un guerrero sobrecargado de vejez.

Se escapó en un recoveco, aterrado pero vivo, y seguro hasta la próxima tentativa de comer.

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Erupciona la hermosura antes del comienzo del tiempo de la cosecha

y los retoños proclamando su plenitud. Borlas cónicas deslumbran el

paisaje navideño de cañas de azúcar. Ellas brillan como los fuegos

artificiales del Año Nuevo que saludan las mañanas de enero – fuegos que

se cortan el chorro – aleatoriamente – después de una expresión efímera pero

gloriosa, de deleite.

Pues, comienza el esfuerzo amargo, y la belleza se inclina por las cuchilladas

de brazos golpeandos que le arrazan a ella en la causa de supervivencia.

Carretillas y remolques rodan, las ruedas de las fábricas gruñen, y el calor

convierte en la riqueza la realidad. El hollín se difunde y cubre el lugar de belleza

con la pátina del Hades. Del sitio de cremación, cercano, el humo oscurece el cielo.

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Mientras sale a caminar al kiosco de diarios, la blancura de platino

del sol baña el valle con las bendiciones. Los vecinos del hombre,

sus cuatro rosas rojas se balancean con un resplendor al aire – como

unos besos del bel alba. La neblina de las colinas se desvanecía

como el aliento del dulce amante al momento de separación.

De pronto, el día parecía tan bendecido y espléndido:

Fue posible, casi posible, olvidar la amenaza a la seguridad de una

confrontación entre el Gobierno y unos insurgentes aspirantes que

habían amenazado nuestra urbanidad y seguridad una vez antes.

Fue un momento yuxtapuesto entre el sagrado y el vulgar. Él estuvo balanceando

en el humbral de una emoción inexplicable, y reflexionó sobre un querido

amigo. Cuando regresó, su esposa estuvo regando sus flores amadas para

salvaguardarlas de las atenciones abrasadoras del ojo antillano al cielo.

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Anson Gonzalez

(Catalyst and motivator for Caribbean literature /

Poet / born Trinidad & Tobago)

Prose poems from Crossroads of Dream (2003)

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Same address for four decades – stability or inertia? One job

since sixteen – virtue or failure? Never lived or studied abroad

limited or contented? His old car and he – together for

twenty-five years. Same wife and children for forty years –

longterm commitment or fear of change? Can he go into the next

plane – or will he be attached forever to this one and haunt it

eternally? Same heart beating beating from birth.

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Anansi slinked on the ceiling like a ninja. He quietly settled

in to capture a bellyful. Concentratin on his meal, he didn’t

notice the pole preparing to spear him. He heard the halal

prayer. He sensed the kosher incantations, the baraka bashad

blessings, as the giant prepared to send him to his next

incarnation. Can’t travel on hungry belly, he thought, dropping

suddenly the precipitous distance, hitting the tiled floor,

running on kilkitay legs, scurrying to the darkness, desperate

to escape. Scurrying, hurrying into the darkened areas, too fast

for the age-encumbered warrior, to escape in a crevice, terrified

but alive; safe till another attempt at feeding.

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Beauty erupts before croptime starts and ratoons announce

their time of fullness. Conical tassels dazzle the Xmas canescape.

They shimmer like New Year’s fireworks on January mornings

that go out desultorily after their short-lived but glorious

expressions of delight. Then, bitter toil begins; beauty bows to

the slash of striking arms that lay her low in the cause of survival.

Carts and trailers trundle, factory wheels grumble; heat converts

reality to wealth. Soot spreads and covers beauty’s place with a

patina of Hades. From the nearby cremation site smoke darkens the sky.

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As he stepped out to go to the newsstand, the platinum

whiteness of the sun bathed the valley with its blessings. His

neighbour’s four red roses swayed resplendently in the air like

beautiful dawn kisses. Mist on the hillsides was dissipating

like a sweet lover’s breath at the moment of parting. Day

suddenly seemed so blessed and glorious that one could almost

forget the security threat in a confrontation between Government

and some would-be insurrectionists, who had threatened our

civility and safety once before. It was a moment juxtaposed

between sacred and profane. As he balanced on the cusp of an

inexplicable emotion, he though of his dear friend. When he

returned, his spouse was watering her beloved flowers to save

them from the scorching attentions of the Antillean eye in the sky.

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Anson Gonzalez no empezó a escribir sus propios poemas hasta 1984, aunque había encabezado un movimiento literario en su nación nativa – Trinidad y Tobago. Fundó la revista pancaribeña New Voices (Nuevas Voces) durante los años 70, y lanzó el evento anual Poetry Day (Día de la Poesía) en octubre de 1979. Fue coadyutorio también en la creación de la Writers’ Union of Trinidad y Tobago (Unión de Escritores de Trinidad y Tobago).

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Anson Gonzalez began writing poetry in 1984, though he had been involved in the arts – as founder and editor of The New Voices bi-annual journal during the 1970s. He was an important motivator and promoter of literary culture in the Caribbean – and in Trinidad & Tobago most especially. Poetry Day, observed every October, was an event launched by Mr. Gonzalez in 1979, and he also helped to form the Writers’ Union of Trinidad and Tobago. Survived by his wife Sylvia, T&T’s Poet Laureate died in 2015, in Cardiff, Wales, where his adult daughters have made their home.

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